Descripción
La gamba roja (aristeus antennatus) o gamba roja de garrucha es un crustáceo decápodo nadador que pertenece a la familia Penaeidae.
Vive en profundidades de entre los 150 y los 1500 metros de fondos blandos y fangosos. Se encuentra en aguas del mar mediterráneo y en la parte oriental del océano Atlántico, entre Portugal y Cabo Verde.
Este crustáceo se caracteriza por su color rojo, tener un caparazón flexible y una cabeza alargada. Su caparazón es totalmente liso, sin espinas y surcos, y su cabeza puede llegar a suponer la mitad de su tamaño total. Singularmente en el momento que sale a la superficie su color se transforma y se vuelve rayada, esto se debe a una oxidación
Se trata de una especie exclusiva, por su difícil captura, ya que la mayoría de las veces hay que descender entre 800 y 1000 metros para hacerse con ellas. Además por el tratamiento que se le da a la gamba desde su captura hasta que llega a la lonja.
La gamba roja es un alimento con un alto valor nutritivo y bajo contenido graso. Compuesto al 80% por agua, nos aporta a su vez una gran cantidad de proteínas. Además de ser rico en minerales, principalmente el yodo y con buena cantidad de vitaminas B12 y B3.
La gamba roja posee un potente sabor marino y yodado con un punto de dulzor, especialmente en la zona de la cabeza. Cuenta con una excepcional textura y carne blanca. Por todo esto, la gamba roja es conocida mundialmente y asociada a la alta cocina.
Además, se trata de un alimento que ofrece infinidad de recetas en la cocina, lo más común es cocinar las gambas a la plancha o cocidas. Pero dada su calidad, son excepcionales para hacer un tartar, un ceviche o incluso un estupendo carpaccio. Además de ser el complemento perfecto a un arroz meloso o unos spaghetti fruti di mare.
Elena –
Elegí la opción a domicilio y la entrega perfecta, las gambas llegaron en perfecto estado.
Candela –
Muy recomendable, por su tamaño y sabor, lo único que llego un día más tarde por el festivo, pero estuvieron atentos y me lo avisaron previamente
Bernardo –
Un escándalo lo buenas que estaban a la plancha y con un puntito de sal en escamas. Además me encantó cómo llegaron envasadas.