Descripción
La cigala (nephrops norvegicus) es un crustáceo decápodo, similar a la langosta, pero normalmente de mucho menos tamaño. La cigala grillo es la de menor tamaño de su especie, teniendo un tamaño mínimo de 7 cm desde las pinzas a la cola.
Característicamente, además de tener un tamaño pequeño. Cuenta con un cuerpo alargado, un caparazón con costillas y espinas laterales y dos pinzas largas y espinosas.
Este marisco habita en los fondos de arena y fango de mares y océanos, de manera salvaje. Excavando madrigueras en la arena de entre 20 y 800 metros. Para pasar el día encerrada y salir por la noche a alimentarse.
La cigala se trata de un producto muy bien considerado, aunque de manera peculiar, no empezó a comercializarse hasta principios del siglo XX. De hecho, no tenía ni nombre, no fue hasta pocos años después, debido a la irrupción de la industria del congelado que obligó a dárselo.
La cigala es un marisco rico en proteínas de gran valor biológico, además aporta poca materia grasa. Asimismo es rico en minerales como el potasio, yodo, calcio y fósforo.
Se trata de un marisco muy apreciado en todo el mundo, apreciable por cada uno de los cinco sentidos. La cigala es todo un manjar atractivo a la vista, con un bravío aroma, una increíble textura tersa y un excepcional sabor a mar suave y elegante.
Por su tamaño, la cigala grillo es ideal para cocinarla complementando otras recetas de arroces o caldos de pescado. Aunque por su excelente sabor, al igual que el resto de su especie, se puede consumir de manera solitaria, al ajillo, a la plancha o al horno.
Eduardo –
Las utilice para una paella y estaban buenísimas
Anónimo –
Ana –
Cigalas muy jugosas, me vinieron genial para hacer una paella de marisco
Carlota –
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